Hace unos días, acudí a una de las charlas organizadas por Euskadi Emprende, en la que Pilar Alcázar (@nuevastribus), redactora de la revista Emprendedores, ofreció al auditorio su visión estratégica sobre las redes sociales como canales de venta.
No cabe duda que toda estrategia de marketing y comunicación persigue un beneficio para una organización y que los objetivos pretendidos revierten de forma directa o indirecta en el incremento de las ventas de un producto o servicio.
Después de escuchar con interés la conferencia, que duró un par de horas, coincido con Pilar Alcázar en varias cuestiones. Una de ellas es que, a través de las redes sociales, tenemos la oportunidad de generar una comunidad vinculada a nuestra marca que ejerza de prescriptora para atraer potenciales clientes. De esta forma, enfocamos la tecnología como un medio imprescindible para la elaboración de estrategias y no como un fín.
Partiendo de la premisa de que el 42% de los usuarios de Internet pide consejo a sus amigos cuando tiene que tomar una decisión de compra que supone un desembolso importante, podemos concluir que uno de los principales objetivos a conseguir a través de la comunicación 2.0 es la recomendación de nuestra marca. El punto de confianza que otorga una recomendación entre pares (de consumidor a consumidor) repercute directamente en la decisión de compra de los consumidores. Y esta misma recomendación es la que posiciona a una pequeña empresa en la mente del consumidor al mismo nivel que una empresa que cuenta con un presupuesto importante asignado a marketing y comunicación.
Dicho esto, y teniendo claro que la comunidad, la confianza y la recomendación son cuestiones que podemos y debemos trabajar a través de los medios sociales, no coincido con Alcázar en utilizar herramientas como FCommerce como canal de venta al público. ¿Por qué no estoy de acuerdo? Principalmente por tres sencillas razones:
1. Es importante que los usuarios visiten nuestra casa (site), conozcan nuestros productos/servicios y puedan realizar la compra sin salir de ella. 2. El comportamiento del usuario en la web, finalice o no la acción de compra, aporta información determinante para la toma de decisiones. Esta información no puede aportarla una plataforma como FCommerce. 3. Recordemos que Facebook es una empresa privada que impone sus normas de comportamiento y que reserva el derecho de permitir o no la presencia de cualquier página o perfil.
Por lo tanto, ¿no será mejor derivar tráfico a nuestra tienda online ofreciendo a la comunidad un tratamiento diferenciado a través de las redes sociales?
Cuál es tu opinión, ¿utilizas las redes sociales como canal de venta o como medio para fidelizar a una comunidad que prescriba y consuma tu marca? Deja tu comentario en esta página.
Por si tenéis curiosidad, ésta es la presentación de la charla:
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